¿Cuál es el sentido de la escuela? Esta es una de las reflexiones que ha marcado la trayectoria profesional de Eduard Vallory, nuestro invitado este mes de noviembre en el magazine. Desde el principio, tuvimos claro que queríamos compartir el Día Universal de la Infancia con él. Analista social y Change Manager, Vallory preside el Centre Unesco de Catalunya y durante los últimos años, ha liderado el proyecto Escola Nova XXI. Así pues, ha dedicado su carrera a la educación, un tema tan complejo como apasionante, y compartir unos simples segundos de conversación son suficientes para descubrir que su mirada siempre arroja luz.
¿Por qué debemos asistir a la escuela? ¿Cuál es la mejor forma de aprendizaje? ¿Cómo deberían ser las aulas del futuro? Esta entrevista merece tiempo; por eso, aquí compartimos algunas de las preguntas claves pero te invitamos a pasarte por nuestro IGTVpara escucharla íntegramente y reflexionar con nosotros.
Todos deberíamos sacar más a menudo el niño o la niña que llevamos dentro. Igual así nos ponemos en su lugar para entender mejor sus necesidades e inquietudes. Y es que como sociedad, tenemos una gran responsabilidad: hacer que los niños y niñas sean felices en la escuela.
¿Qué queremos recordar con el Día Mundial de la Infancia?
Cuando hablamos del Día Mundial de la Infancia estamos hablando de la visión en muchos países de que los niños y niñas pueden ser utilizados para el bienestar de los adultos en muchos campos: en el campo laboral, en el de consumo, en el de explotación sexual o tráfico de órganos. Todo esto nos lleva a visualizar que los niños y niñas son un grupo de población enormemente frágil y que por tanto requieren de una protección especial de toda la sociedad y a la vez es un grupo en el que late la potencialidad de lo que la sociedad puede ser.
¿Cómo tiene que ser la experiencia en las escuelas?
No queremos que los niños y niñas vayan a la escuela porque los obligan y porque les pagan y lo mismo con los profesores. Si queremos construir una sociedad en la que el desarrollo profesional esté vinculado con el sentido para ti y la contribución para los otros, no puede estar basado en “tú lo haces porque te toca”. Es muy interesante visualizar que la experiencia de los niños y niñas de la escuela tiene que estar vinculada con esta experiencia que tienen en la vida. Los niños y niñas que celebran no ir a la escuela, tienen una experiencia de la escuela que no es la que debería ser.
Es una buena señal que durante el confinamiento hubiera niños y niñas con ganas de ir a la escuela.
¿Qué opinas del método de aprendizaje a través de la verdad?
¿Cuál es el problema de la transmisión de verdades? Yo puedo tener mi verdad, igual coincide con la de la mayoría de la sociedad. Ahora bien, para que los niños y niñas aprendan a través de una verdad, necesitan que haya alguien que tenga esa verdad y después, el alumno va a adquirirla, por lo tanto, su posición es pasiva y de recepción. Tenemos que cambiar esta lógica y movernos a un entorno en que los niños y niñas aprendan a través de la indagación. Que sean capaces de contrastar hechos y desarrollen y practiquen el pensamiento crítico. Aprender por indagación, pensar críticamente y tener la práctica de contrastar hechos son antitéticos a la recepción pasiva de verdades.
¿Deberíamos preguntar a los niños y niñas qué quieren ser de mayor?
No, mejor preguntar qué problema quieren solucionar. Entonces pasarán de pensar para quién quieren trabajar a pensar qué necesitan aprender para poder solucionar eso.